Era como recordarte a segundos espontáneos y sentir el calor de un abrazo suave, pero firme, seguro, lleno de amor.
Era sentir un beso en la nuca, un abrazo en la cama, un despertar con tu cara.
Hoy fue todo tan perfecto, tan cálido, como si el invierno no existiera.
El frío de Mayo, ese frío es tan peculiar, sin embargo te tengo a ti.
La fragancia se apoderaba de mi sonrisa y parecía que podía tenerte tan cerca.
Lo más hermoso, era que sólo yo lo sabía.
Quiero escribir verso por verso y no me importa la métrica.
Quiero que tus piernas se enreden con las mías y que así no me dejes ir.
Quiero que, todos los amaneceres, tus ojos vean los míos.
Y así, los míos vean los tuyos, y ambos sonrían como chinitos.
Dime si no es bello.
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