"Te contaré algo.

Te contaré algo que no le he contado a nadie nunca.

Algo que no me he contado ni a mí mismo

y que ni siquiera he escrito porque no he podido.

Se trata de algo extremadamente simple y

monófono y por eso creo que no he podido.

Se trata de lo que no he puesto.

De lo que no he podido poner nunca.

De lo que siempre queda fuera, se me queda afuera.

De lo que no he podido incorporar.

Y se trata sobretodo de historias o recorridos

a pie o líneas sinuosas dificultosamente apenas

que bordeando piedras insignificantes avanzan

imperceptibles por la berma más torpe,

de la más fome, de la más lacia de las veredas.

Se trata de la inconsciencia mía y de la luz."



Claudio Bertoni


Tuíter

lunes, 19 de diciembre de 2011

La otra copa del brindis

Al principio ella fue una serena conflagración
un rostro que no fingía ni siquiera su belleza
unas manos que de a poco inventaban un lenguaje
una piel memorable y convicta
una mirada limpia      sin traiciones
una voz que caldeaba la risa
unos labios nupciales
un brindis

es increíble pero a pesar de todo
él tuvo tiempo para decirse
qué sencillo     y también
no importa que el futuro
      sea una oscura maleza

la manera tan poco suntuaria
que escogieron sus mutuas tentaciones
fue un estupor alegre
sin culpa ni disculpa

él se sintió optimista
                       nutrido
                               renovado
tan lejos del sollozo y la nostalgia
tan cómodo en su sangre y en la de ella
tan vivo sobre el vértice de musgo
tan hallado en la espera
que después del amor salió a la noche
sin luna y no importaba
sin gente y no importaba
sin dios y no importaba
a desmontar la anécdota
a comprender la euforia
a recoger su parte del botín

mas su mitad de amor
                     se negó a ser mitad
y de pronto él sintió
que sin ella sus brazos estaban vacíos
que sin ella sus ojos no tenían qué mirar
que sin ella sus cuerpo de ningún modo era
      la otra copa del brindis

y de nuevo de dijo
qué sencillo
             pero ahora
lamentó que el futuro fuera oscura maleza

sólo entonces pensó en ella
                            eligiéndola
y sin dolor      sin desesperaciones
sin angustia y sin miedo
dócilmente empezó
                  como otras noches
                                       a necesitarla.



Mario Benedetti

martes, 22 de noviembre de 2011

Torbellino de sal y se fue y volvió

 Siempre me pregunto por qué la vida es tan rápida, tan impaciente con la paciencia, tan increíblemente efímera algunos días. Por qué estamos y no estamos todos los días, por qué dormimos y por qué soñamos. No quiero pensar que un día dejaré de sentir cosas, por más malas o buenas que sean, necesito sentirlas para creer que tengo la capacidad de ser humana. Esa consciencia al saber que acerté o erré, me da energía para corregirlo, pero eso es el presente, siempre el presente, y ¿qué sucede con el largo plazo? Seguro que no sabemos, nunca sabemos porque somos tan cortoplacistas que un día decidimos impulsarnos y lanzarnos al agua desnudos con zapatos, porque estamos confundidos, porque no lo estamos, porque hay algo más siempre, siempre queda algo en todo esto. Me pregunto por qué digo lo que digo y por qué lo callo, no sé nunca cuándo debo caminar hacia adelante o atrás, eso me tiene con cortocircuito constantemente, me eriza los cabellos y luego juega conmigo a la pelota. Por supuesto pierdo.
 Tengo obsesiones de poder alcanzar a llegar a China antes que se ponga el sol, de poder nadar en el lago en pleno invierno, y sé que no puedo, no puedo porque los demás lo saben, ¿realmente lo saben? Me gusta tenderme y secar mi pelo al sol, me gusta comenzar cosas, pero nunca terminarlas. Los finales son casi siempre tristes, pero a veces cuando el comienzo es triste, el final es feliz, casi siempre, digo, por ocasiones.
Tengo la cabeza como torbellinos de sal.
Tengo el cuerpo como nieve con arena.
Tengo la vida como rosa de los vientos.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

...

Se detuvo calmo, me miró con desprecio y cerró la puerta con fuerza, para que pudiera escuchar cada tablón crujir entre las uniones del lugar. Detrás de él podía ver como el polvo sacudía sus formas entre bailes de distintas razas, un poco torcidas, me mostraban colores y brillantes curvas que desfilaban como un carnaval, lleno de carros alegóricos y mucho movimiento. Ni siquiera percibí que estaba todo al revés, algo pasó en el momento que cerré los ojos cuando él golpeó la puerta, en menos de un segundo no pude reconocer dónde estaba. Ahora que recuerdo, el carnaval era triste.

martes, 15 de noviembre de 2011

Sequísima



"Kiss me and smile for me
Tell me that you'll wait for me
Hold me like you'll never let me go"

(Leaving on a jet plane - Janis Joplin)

martes, 18 de octubre de 2011

El don Presi


Hace un tiempo, mientras almorzaba en un lugar del centro de Concepción, vi escrito en un muro: Piñera, renuncia por favor.  Me puse a pensar, más que en las medidas que se han tomado frente a ciertas situaciones, en el manejo de respeto que se ha producido, en este caso, con la imagen que tenemos de 'Presidente' a lo largo de los años, incluso desde que Chile se independizó, o aún saltándonos la dictadura, quizás. Nací en democracia, pero siempre he recordado que la imagen que tenemos de Presidente (a) ha sido de respeto, incluso a veces de admiración, de que claramente es un personaje que tiene manejo de muchas cosas, no sólo de gobierno, sino del acerbo que viene con él (ella), ya sea el conocimiento y manejo de negocios, de culturas nacionales e internacionales, lenguas, deportes, ciencias sociales, ética,  y además una riqueza de cercanía con su entorno, entre muchas cosas. 
A lo que voy con esto, es que para mí es importante que la persona que se para detrás de un podium a hablarnos sobre nuestro país, lo que acontece y cómo debemos hacer para surgir, sea una persona que te inspire a ser mejor, a formarnos como personas cultas, y sobretodo, sobre nuestra propia esencia, nuestra nacionalidad, nuestras raíces, lo que nos abarca a todos como una comunidad. Espero ver de aquella persona, cierto liderazgo, una persona inteligente, que sea casi un ejemplo a seguir. Por algo lo hemos elegido.
Ciertamente, y luego de casi dos años del gobierno de Sebastián Piñera, me he dado cuenta de cuánto puede deformarse aquella figura, que desde chicos, vemos como alguien respetable y grande. Luego de ver tantos errores imperdonables de cultura general, tanta ridiculez  junta, tanto pintar el mono, tanto mostrar la hilacha, siento que esa imagen de respeto se pierde por completo. Un presidente tiene que ser capaz de hacerse respetar por lo que es y representa, no por lo que sus FFEE puedan hacer con quien no está de acuerdo. Un presidente debiera poder manejar esas situaciones de pérdida del control, después de todo, se supone que por ello se postula para gobernar, para poder crear orden, progreso, comunidad. Un presidente que comete tantos errores por los cuales, personalmente, pienso que avergüenzan a la ciudadanía, no debería dejar que eso sucediera, y no privando, ni reprimiendo, ni atacando: el respeto se recupera a través de acciones legítimas, honestas, honradas, favorables, benéficas para la nación.

A raíz de esto, decidí publicar esta carta-columna de "Renolander" (Twitter, Wordpress), dirigida al actual Presidente de nuestro país. Me di la libertad de copiarla completa, la encontré tan ingeniosa, con toques de sarcasmo, pero al mismo tiempo -y lamentablemente- certera:


"Sr. Sebastián Piñera,
Presidente de la República de Chile

Quiero empezar ofreciéndole mis más sinceras disculpas. En estos 17 meses de su gobierno, me he burlado mucho de usted. Me he reído cada vez que Ud. se ha equivocado y no he parado de inventar bromas con su persona. Por esto y mucho más le pido disculpas. Creo que fui ciego e ignorante (aún más que usted podrán decir algunos mal intencionados), ya que me fijé sólo en un punto y no vi el escenario global. No vi más allá de la broma fome y contestataria. No vi más allá del enojo, rabia y burla hacia usted. No me di cuenta de que a través suyo, Ud. se estaba sacrificando por Chile, enseñándonos y formando una población educada y culta. Por eso, gracias, señor Piñera.

Gracias, porque a través de sus errores históricos, yo me he esforzado en leer y aprender de la historia de nuestro querido país Chile. He buscado información, he preguntado, he tomado apuntes y he memorizado fechas importantes, todos para no caer en esos “errores” en los que usted cae (ya sabemos, Presidente, que lo hace a propósito).

Gracias, Presidente, porque gracias a usted he vuelto a leer. Después de 10 años en que no tomaba un libro por voluntad propia, hoy estoy más interesado en leer sobre economía histórica del país, sobre eventos sociales, movimientos revolucionarios, evolución política y la forma en que han cambiado los partidos a lo largo de nuestra historia. Gracias por impulsarme a averiguar cómo fue el desarrollo económico durante la dictadura y durante los 20 años de la Concertación. Gracias, porque me he llenado de datos que me han servido para reforzar mi opinión y llegar mejor parado a un debate político. Ahora, cuando escucho a algún político decir algo, averiguo sobre él, sobre lo que dijo en el pasado, sobre lo que opinaba su partido político antes y lo que opina hoy. En cierta forma, Presidente Piñera, usted ha heco renacer mi voluntad de investigar. Gracias a eso, me siento más confiado a la hora de encararle algo a un político.

Gracias porque ha desarrollado en mí la empatía. Ahora, me pongo en los zapatos del otro. Del más pobre, del enojado, del que alega contra el sistema, del violentista. He descubierto que los violentistas son un resultado y que el origen del problema está en la desigualdad. Gracias a usted, me di cuenta de que hay empresarios que son descarnados, ofreciendo trabajos miserables para gente que necesita dignidad.

Gracias, porque ahora ya no me conformo con informarme a través de los medios convencionales. Ya no me basta con leer El Mercurio, La Tercera. Ya no me basta con ver las noticias en la noche. Ahora leo otros medios informativos ya sea impresos o digitales. Leo portales de opinión, me meto a diarios digitales independientes que no son manejados por grandes grupos económicos. Gracias, porque me ha impulsado a volver a escuchar la radio, medio informativo que entrega noticias con opinión.

Gracias por abrirme los ojos del país en el que vivo. Luego de 20 años en donde la Concertación nos decía que el país estaba perfecto, tuvo que venir usted, Presidente, para que me diera cuenta de que no era así. Supe que Chile es una imagen, que si bien se ve bonito, en el fondo tiene muchas fallas que hay que arreglar.

Pero más gracias debo darle por haber extendido el conflicto estudiantil por cinco meses. Gracias a eso, me he informado de impuestos, de empresas privadas, de mineras y de datos económicos mundiales. Me he conseguido estudios e informes de otros países, que he comparado con Chile. Sé cuántos impuestos paga una gran empresa y una persona natural, descubriendo las injusticias y desigualdades de uno y otro. Sé cuántos impuestos pagan las mineras y cuánto se les podría aumentar sin producir una escapada a otros países. He aprendido sobre el sistema educacional, lo que me ha ayudado a detectar por mí mismo sus falencias. También, me ha generado un sentido social que pensé que no tenía, ya que he ido a marchas, he escrito comentarios, y siempre, con información e ideas obtenidas a lo largo de estos cinco meses.

Me ha despertado algo que tenía dormido. Ha hecho de mí, Presidente, una persona más activa por mi país y por su gente. Ahora leo y escucho con un análisis crítico y no soy tan ingenuo cuando alguno de sus ministros o políticos (de uno y otro bando) salen hablando. Me ha generado el ánimo y dedicación de leer las leyes que se quieren presentar.

En el fondo, Presidente, gracias. Si usted hubiera cumplido todo lo que propuso en su campaña, yo seguiría siendo ese robot sentado en una mesa, haciendo solo mi trabajo y riéndome en las noches con Morandé con Compañía. Si usted hubiera solucionado el conflicto a las pocas semanas, yo no tendría toda la información que tengo hoy en día. Por eso, y
mucho mas, gracias, señor Presidente Piñera. Muchas gracias."










domingo, 16 de octubre de 2011

Ahora en ía.

Prendería una fogata y cantaría canciones de Silvio Rodríguez y Los Enanitos Verdes. Después iría a una fiesta de disfraces y hablaría cosas de casettes, zapatillas con plataforma, laura pausini, view master y los noventa. Luego me metería a una tina con agua caliente y le pondría colorante azul. 
Entonces es cuando me convierto en pitufo.



Fin

miércoles, 12 de octubre de 2011

sábado, 8 de octubre de 2011

Mundo


No vayas a creer lo que te cuentan del mundo
(Ni siquiera esto que te estoy contando)
Ya te dije que el mundo es incontable

Benedetti

viernes, 7 de octubre de 2011

Me gusta como eres


Me gusta tu luz, incluso cuando se apaga, porque sé que puedo verla, encenderla, e incluso mantenerla dentro de ti, de mí, dentro de todo.


Y me gusta como eres, me gustan tus ojos -como alemendrita a punto de tirarse un piquero-, tus mejillas con rubor de vida, tus manos tan seguras, tus orejas con pintas del otoño, y hasta tu frente que guarda los recuerdos de la niñez, tu pelo oxidado, tus pestañas de carretera austral y tu sonrisa de niño grande.

martes, 4 de octubre de 2011

Walker Martínez



A veces hay tanta lluvia, y no te deja ver lo bonito que es el cielo.
Hasta que por fin aparece frente a nuestros ojos.


jueves, 29 de septiembre de 2011

Fiebre

Gira, gira, gira, gira.
El gato anda en el tejado, el teléfono calla,
los bolsillos fríos, las llaves en silencio.

Me parece una broma el día:
Sol, nubes, lluvia, llovizna que te escupe la mirada
La vereda que te empuja
El vecino que te lleva
Las peleas silenciosas con la cercanía

Todo parece extraño, como una anacronía
el tiempo no se guarda, aunque sí se olvida
lo que soñamos
lo que bebemos
lo que recordamos

Curiosamente comenzamos a recordar lo que olvidamos,
más bien
viene de golpe
como aguacero en plena primavera
te escupe lo que querías olvidar
y te hierve la sangre
como quien corre tras el bus
que te deja
porque el día es una broma.

Una broma del mal gusto, ojalá.


Puerto Varas te dejo aquí, y cuando vuelva, te quiero con tu hombro bajo mi cabeza.


N e c e s i t o e s c u c h a r t e r e s p i r a r m á s c e r q u i t a y b e s a r t e l a n u c a , j u s t o d o n d e e s t á t u l u n a r .

jueves, 22 de septiembre de 2011

Elamorenlostiemposdelcólera

No sé si es poco, si es mucho, si no es. Sé que quiero gritar tan fuerte hasta tener ese pito insoportable en el oído. Y luego no acordarme de nada.
Hoy es un día de desencuentros inesperados, sin paréntesis en los prefijos.
Aujourd'hui c'est ce moment, cet instant dans lequel je trouve que je suis
seule.

Je suis tellment en colère!

PD: Necesito abrir el libro de Bertoni, el del café, y calmarme.

martes, 20 de septiembre de 2011

Noch mal


Todo indica que necesito respirar de vez en cuando, sentir un poco más los pies tibios, los aromas y luego dormir sin pensar qué sucedería el día de mañana.
Miedo.

Y todo difuso, todo extraño, todo nostalgia, todo paz y todo amor y todo odio, todo rencor.
Antes no nos sucedía esto (tal vez nunca tanto).

Divagar
Peces
Elefantes
Chocolates
Caminando, caminando
Buscar libertad
Víctor


miércoles, 14 de septiembre de 2011


Parece que la nostalgia de los momentos perdidos, vuelve cuando la pérdida de la nostalgia pareciera sólo un momento.

Pero no es así.
La nostalgia
es un
momento
de pérdida.

Muchas pérdidas
que vuelven en sólo momentos.

Todo parece ser que la vida es un momento, y cómo decía Sábato, que la vida es la construcción de los futuros recuerdos. ¿Será tanto? Me intriga aquella propuesta acerca de la existencia.
(Aunque más me intriga el saber por qué Piñera es tan huevón.)

(fin)


lunes, 12 de septiembre de 2011

Clic

Entonces no existe aquel método, no.
Puede ser que sienta latidos, fuertes, estremecedores
sobre mis ojos
mis oídos.
Y no tengo miedo de estirar mis manos
si todo
aquello
fuese un segundo de éxtasis
momentáneo o quizá
dulce, e t e r n o.

Y si te siento cerca
es porque
las brisas son piadosas conmigo
les cuento mi vida
como si fueran a llevársela.

Pero me la devuelven.

jueves, 20 de enero de 2011

Fue como la vida nuevamente, aprendiendo a ser, a caminar, a volver a sentirse algo para lo cual rellenar espacios vacíos en el colchón. A pies descalzos sobre arena fría, húmeda, llena lluvia, de lágrimas del cielo, de llorar cansado de la tarde gris, del pensar agobiante, del aire viciado de los dos.
Sentirnos tibios otra vez, es como cuando se nace, cálido, húmedo, pero por sobretodo, íntimo. Aromas suculentos que luego descansan, depositándose agotados, pero enérgicamente sobre el regazo del otro, sintiendo cada célula, cada pelo, cada pequeño suspiro, el arrítmico respirar de un gramo de locura.
El aire viene y va, vuelve, te acaricia las mejillas, revuelve tu pelo, sincroniza tus pasos. Seamos dos almas que se mezclan en una sola, y vivamos para poder contarlo al mundo, pero con silencios que gritan de emoción.