"Te contaré algo.

Te contaré algo que no le he contado a nadie nunca.

Algo que no me he contado ni a mí mismo

y que ni siquiera he escrito porque no he podido.

Se trata de algo extremadamente simple y

monófono y por eso creo que no he podido.

Se trata de lo que no he puesto.

De lo que no he podido poner nunca.

De lo que siempre queda fuera, se me queda afuera.

De lo que no he podido incorporar.

Y se trata sobretodo de historias o recorridos

a pie o líneas sinuosas dificultosamente apenas

que bordeando piedras insignificantes avanzan

imperceptibles por la berma más torpe,

de la más fome, de la más lacia de las veredas.

Se trata de la inconsciencia mía y de la luz."



Claudio Bertoni


Tuíter

lunes, 17 de diciembre de 2012

Aquí no se ven estrellas

Tú tan lejos y yo tan desafinada. Tú tan peinada y yo con mis cuerdas chasconas. Te quejas del dolor del cuello, los nudos en la espalda y las náuseas, mientras yo permanezco decapitada y encerrada hace casi un año. Ten un poco de piedad, niña presumida y ven a buscarme, estoy cubierta en un manto de polvo espeso, tengo frío y ya estoy medio ciega.
Cuando estábamos juntas, no sabías cómo hacer, pero me desvestías con cuidado y me tocabas con cierta discreción para no despertar la atención de nadie. Estábamos juntas, sólo necesitabas tus dedos y tus brazos para sostenerme firme. Yo cantaba algunos acordes y silbaba delicados arpegios, mientras tu tímida voz se asomaba a ratos para acompañarnos en la melodía, la una a la otra.
Sé que me extrañas. Sé que me necesitas. Sé que tu voz implora mi presencia en tu habitación, tenerme en tus brazos y tocarme con esos dedos torpes, ese ritmo de poca experiencia y esa dulzura de aprender.
Ya falta poco. Me llevarás contigo y volveremos a ser compañeras.





Hay tantas cosas,
y yo sólo preciso dos:
Mi guitarra y vos.

Jorge Drexler

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Miradas penquistas


Este fue el cuento que escribí para el concurso "Concepción en 100 palabras". Por supuesto no ganó, sino estaría publicado en varios medios y no en una insignificante y pobre plataforma virtual con unas cuantas -muchas- letras y mocos-tendíos.
Tiene exactamente cien palabras. No sabía que podían hacerse menos. Y aunque lo hubiese sabido, tampoco lo habría logrado. Me faltaron unas mil palabras para seguir describiendo a esta maravillosa ciudad que me vio nacer, crecer, partir y volver; que me ha visto enamorada, perdida, borracha, llorando, pedaleando, volando y gritando mientras sujeto algún lienzo de protesta.
Podría escribir tantas cosas relacionadas con la ciudad, que no quiero aburrirlos y les mostraré -finalmente- mi cuento. Espero que les guste. En realidad no. Léanlo y sigan sus vidas:

"Seis de la madrugada y Concepción empieza a levantarse. Las bocinas, las micros, automóviles, perros, gatos, grúas, el Alto Río. Vengan-a-ver-el-circo. Desciende un ejército de zombies rumbo a la universidad. Paicaví con O’Higgins: un caos. Las cicletadas, las marchas multi-propósito. Almorzamos en el Stromboli o las hamburguesas de soja Hare-Krishna, al lado del Banco Estado, para hacer la cola antes de las dos. Llegan los predicadores, Cristo-viene y todos-vamos-a-morir. ¿Le lustro las botas? Se las dejo brillantitas. La Loca Mireya, la Radio Biobío, el Teatro, Casa Orellana y el Aula Cero ¿Vamos a comer mariscos y mirar atardeceres en Lenga?"


jueves, 15 de noviembre de 2012

Hemos creado un monstruo


Ciertamente conocemos la vida como algo propio de todo aquello que no ha creado el hombre. Es decir, la naturaleza. Sin embargo, no nos conformamos: dibujamos el sol con un rostro humano, creamos máquinas robotizadas, osos de peluche que nos expresan amor, muñecas con forma de bebés que lloran, que toman leche de una mamadera, que cagan y que además ahora crecen. Entonces ¿qué buscamos? ¿No estamos contentos con lo que somos o de cómo “nos crearon”? ¿Necesitamos proyectarnos en algo creado por nosotros mismos? ¿Tan sublimes nos sentimos al alterar el azar del tiempo y el espacio? Sinceramente creo que buscamos reconocimiento o una aprobación anónima de algo que posiblemente será considerado como un logro.
Cuando pasé por la juguetería y vi decenas de cajas con muñecas de plástico -cuyas habilidades eran fascinantes, ya que superaban las expectativas de cualquier niño prodigio-, imaginé qué pasaría si alguna vez escuchara a una llorar y que de repente comenzara a gatear. Moriría de miedo y seguramente gritaría como niña de cinco años, mientras corro hacia una próxima salida. En fin, las miraba con sigilo, como si estuviera al acecho de algún movimiento sospechoso. Por supuesto nunca lo hicieron. Lo percibí porque detenidamente me acerqué a una de las cajas, leyendo cuidadosamente todos sus anuncios y justamente uno decía: no incluye pilas... ¡Pilas! Ese era el elixir que tanto buscaba, he ahí el elemento primo de su vida artificial, la sangre biónica de aquella guagua plástica.
Comprendí que lo natural no puede mezclarse homogéneamente con lo artificial, y artificial es todo lo que hace el hombre, es decir, un proceso terciario dentro del medio. Nacimos de la tierra y pensamos que con pasto sintético salvamos algunas tareas, tareas sin duda creadas por el hombre, pensadas e ideadas por mamíferos de encéfalo altamente desarrollado y pulgar oponible. Así no se puede. Ni siquiera nos detuvimos a pensar en donde vivimos. El azar de la creación de cualquier ser vivo es sagrado y hermoso, porque si eligiéramos cómo nacer, cómo ser o cómo reaccionar, todo sería aburrido. Ya ven cómo las niñas se aburren rápidamente de la muñeca cuando ya descubren que gatea, llora, come y defeca. Faltaría una que lance insultos al azar, pero para eso no estamos preparados. Somos muy chimpancés todavía.


domingo, 29 de julio de 2012

Egoextrañismo

Pareciera,
a veces,
que las cosas
giraran al revés.
Sin embargo,
hay algo de
egocentrismo
en aquella reflexión.

miércoles, 11 de julio de 2012

Recuerdo cómo eras en el último otoño

Dónde? Dónde están?
Se aleja todo y debo dejar las cosas en orden.
De repente los aromas se esfuman y el humo del cigarrillo ha invadido el ambiente. No se puede respirar profundamente, porque no hay nada preciso bajo los suspiros llenos de nicotina. Están llenos de mierda. Están llenos de alquitrán y sabes que no me gusta.
Dejaste la tierra con un peso muy grande. Dejaste aquella tierra que alojaba dentro de mí. Dejaste mis ojos cerrados para que no pueda percibirlo de inmediato. Los árboles están gritando.
Había tanto humo, que al querer gritarte, parecía imposible.
Una hazaña.
Un incendio puede hacer, rehacer y deshacer todo en un segundo, en una mínima expresión.
Esperan ansiosas las hojas del otoño para poder caer, pero las tienes ahí, esperando, temblando, angustiadas, pero esperanzadas.
No hay nada claro, porque la claridad nunca fue tu sitio. Ni el mío.
No existen palabras que revelen tu verdad entrañada bajo las raíces.
Ni siquiera esperaste que viniera el frío.
Te introdujiste en mi corteza, como cual savia en el árbol más visible de todo esto.
Muchas hojas, muchos otoños que no terminan.
Esto aún no me sabe a invierno
Porque aún no he congelado mi sangre lejos de la tuya, esperándote.

domingo, 24 de junio de 2012

martes, 19 de junio de 2012

Abandonado a su suerte

Te tengo tan botadito, pequeño. Este silencio ya me está colmando y he callado mucho. Volveré.


martes, 29 de mayo de 2012

Aroma, qué linda

Anduve toda la tarde con tu olor en mi piel.
Era como recordarte a segundos espontáneos y sentir el calor de un abrazo suave, pero firme, seguro, lleno de amor.
Era sentir un beso en la nuca, un abrazo en la cama, un despertar con tu cara.
Hoy fue todo tan perfecto, tan cálido, como si el invierno no existiera.
El frío de Mayo, ese frío es tan peculiar, sin embargo te tengo a ti.

La fragancia se apoderaba de mi sonrisa y parecía que podía tenerte tan cerca.
Lo más hermoso, era que sólo yo lo sabía.

Quiero escribir verso por verso y no me importa la métrica.
Quiero que tus piernas se enreden con las mías y que así no me dejes ir.
Quiero que, todos los amaneceres, tus ojos vean los míos.
Y así, los míos vean los tuyos, y ambos sonrían como chinitos.

Dime si no es bello.

jueves, 3 de mayo de 2012

Libertad de Prensa

Qué divertido leer al Presidente en Twitter:

"Hoy es el Día de la Libertad de Prensa que cuando se tiene, nadie la extraña, pero cuando falta, ya es muy tarde para salir en su defensa." (@sebastianpinera)



¿Nadie la extraña? ¿Es muy tarde para salir en su defensa?
Señor Piñera, usted debería saber mejor que yo, que durante todos los años de dictadura, la Libertad de Prensa estuvo vetada. La Junta militar con todos sus secuaces irrumpieron en los medios (excepto en El Mercurio, claro) para controlar toda la información que llegara y pudiese salir desde ahí. 
Eso, sólo para darle un ejemplo en su propio país, del cual Ud. se siente muy partícipe y, claro, ¿cómo no? si usted eligió presidir este lugar con tanta historia, con tantas razas, con tanta sangre, tanta música, tanto arte, tantas alegrías escondidas. Usted debería saber eso, don Sebastián, tiene más años que yo, más estudios que yo, más experiencia en materia política. Usted tiene familia, hijos, esposa, nietos...
También quisiera decirle que nunca es tarde para defender los derechos que nos pertenecen. Si la Libertad de Prensa se reclamó tarde es porque Chile estuvo y está reprimido constantemente. Siempre hay alguien que pone el pie encima, alguien que hace filtro de lo "aceptable", obviando aquello que puede ser realmente útil, por el sólo hecho de tener intereses individuales.
La Libertad de Prensa no debería extrañarse. Porque debiera ser obligatoria, eternamente transparente. Si a veces "no se extraña" es porque la Libertad de Prensa debería ser algo NORMAL.

Espero usted entienda, señor Presidente. Es la humilde opinión de una joven chilena, nacida en democracia, pero con padres y abuelos que sufrieron durante casi dos décadas de la represión en los 70-80's, con la cabeza llena de historias, con los ojos bien abiertos para ver la represión que aún se da, imagínese, después de más de veinte años, por parte de las Fuerzas Especiales, en las calles, a jóvenes que intentan ser libres y expresarse pasivamente.

lunes, 30 de abril de 2012

Qué rico tener las energías vigentes, cargar las pilas, pulir el amor, botar las hojas secas (aunque parezca que están bien).
Me gusta la magia del sur.

miércoles, 18 de abril de 2012

Golpéame en la sien, por favor



Me temo que estamos llegando al final,
el viaje se ha acabado: 
no se olviden del champagne.

Golpéame en la sien, si ves que soy injusto
Hijoputa, cerdo, tal vez enamorado. 
Golpéame en la sien, por favor.

martes, 17 de abril de 2012

No fluye

Dame algún rastro, una mirada oculta, alguna señal, un guiño, pistas, una huella que pueda seguir para llegar al origen o a tu actualidad, a tus pantanos, a tu mente atolondrada por el barro. Mírame y vuelve aquello evidente en lo implícito que tiene un solo lenguaje, algo propio, ineludible, nuestro. Y si no existe, invéntalo, créalo. Yo entenderé con aquellas lenguas que me salen por el corazón, queriendo escapar de la jaula de huesos. Almas queriendo resucitar de su adormecimiento temporal. Orugas hay por todas partes y todas quieren ser mariposas.

lunes, 16 de abril de 2012

sábado, 17 de marzo de 2012

Maldita la hora



A esta hora vienen los achaques.
A esta hora comienza uno a preguntarse cómo hacer.
A esta hora nos pegamos el alcachofazo de lo que sucede.
A esta hora aparecen las canciones.
A esta hora nos acordamos de Neruda, de Mistral, de Huidobro.
A esta hora merecemos dormir y no estudiar.
A esta hora es cuando pienso y cuando decido no hacerlo.
A esta hora podríamos estar.
A esta hora nos necesitamos.
A esta hora quisiera no tener cocina eléctrica (mentira).
A esta hora quisiera que no hubiesen vecinos carreteando.
A esta hora quiero música que me lleve lejos.
A esta hora quisiera sentir un olor, sólo uno.
À cette heure c'est quand je commence a penser 
choses que je ne dois pas penser.
Alors c'est quand je commence a me sentir
seule.

martes, 21 de febrero de 2012

Eurípides no puede tener hijos

Cada vez que veo fotos instantáneas, me dan más ganas de comprarle papel a Eurípides (Mi Polaroid 600), aunque cueste 20 lucas, aunque cueste y valga la redundancia. Son hermosas y espontáneas, es algo tan rápido, sin vuelta atrás, quizás es lo que me falta: la rapidez para hacer algo de inmediato y que no tenga arrepentimiento válido más que la ruptura de lo logrado, pero eso es definitivo: tampoco tiene vuelta atrás.
Suelo tomar libertades -que por cierto, nadie me concede, más que yo misma y mi patudez- para extraer cosas que me gustan, y aquí van algunas fotos instantáneas que adoré.


- esta
- la otra
- aquella
- la siguiente
- la de más allá
- esa
- esa otra
esa misma
la que sigue
- algotra
aquellas cosas
- la vida
- el mundo

Todas sacadas del archivo fotográfico de Facebook de The Impossible Project (sí, estaba intruseando, como dicen las viejas).